La Vía Láctea y Mojón del Trigo, por Guido Montañés
El observatorio Mojón del Trigo ha sido durante mucho tiempo uno de los más importantes enclaves astronómicos de Sierra Nevada. De hecho, durante muchos años, hasta la creación del Observatorio de Sierra Nevada del IAA y el Radiotelescopio milimétrico de 30 metros del IRAM, fue la única instalación de este tipo en la zona. Desgraciadamente y a pesar del excelente servicio que en su día prestó, el tiempo y el abandono han hecho que este observatorio sea en la actualidad absolutamente inservible.
Mojón del Trigo. Fotografía Loly Martín
Su última campaña de observación fue hace más de 15 años, cuando la SAG realizo el seguimiento del impacto del cometa Shoemaker-Leavy 9 contra Júpiter. En aquella ocasión, y a petición de la SAG, la Universidad de Granada adecuó las instalaciones arreglando el suministro eléctrico para darle cierta operatividad, aunque las condiciones generales de habitabilidad dejaban mucho que desear. El deterioro del edificio y la carencia del telescopio que originalmente se albergaba allí, robado con anterioridad, hizo que laSAG tuviera que realizar diversos trabajos para albergar con cierta “dignidad” al equipo de observación, así como el traslado e instalación de todo el instrumental necesario para la ocasión.
De esta forma del 16 al 24 de julio de 1994, un equipo de la SAG (1) capturó en fotografía infrarroja y vídeo, el impacto sobre la densa atmósfera de Júpiter de los diferentes trozos del Shoemaker-Leavy, producidos por el intenso tirón gravitatorio del planeta, en una aproximación anterior a este.
Imágenes infrarrojas en las que se evidencian las huellas del impacto del Shoemaker-Leavy 9 sobre la atmósfera de Júpiter en julio de 1994. Equipo SAG (A. J. Torres Gil, C. Marín Molina, J. Cano Fernández, J. M. Barruezo Aguirre, A. Porcel Rosales y J. Pérez Sánchez)
Las imagenes nocturnas de Mojón del Trigo, realizadas por Guido Montañés (SAG), son unos increíbles paisajes de la Vía Láctea, con la zona de Sagitario justo encima de este emblemático observatorio situado a 2.500 metros de altitud. Bellas vistas que demuestran el acierto, que en su día se tubo, al escoger un cielo para esta instalación. Desgraciadamente, una proyección al pasado, nos retrotrae a su aspecto original con cielos menos polucionados, porque lo cierto es que, la contaminación luminosa no es algo que circunscriba a los núcleos urbanos de Granada, se extiende de forma imparable más allá de cualquier necesidad lógica y útil, convirtiéndose en una forma más de derroche y degradación medioambiental.
La Vía Láctea y Mojón del Trigo, por Guido Montañés
Si no queremos que imágenes como estas solo sean parte del recuerdo, hemos de tomar conciencia de que el cielo oscuro es un bien de toda la humanidad que es necesario proteger. Aún estamos a tiempo de preservar la visión de las estrellas y enclaves como Mojón del Trigo, y no solo por una mera concepción estética, sino por un estricto sentido de las cosas verdaderamente importantes para situarnos en el Universo.
(1) A. J. Torres Gil, C. Marín Molina, J. Cano Fernández, J. M. Barruezo Aguirre, A. Porcel Rosales y J. Pérez Sánchez.